viernes, 27 de marzo de 2009

Ladran Sancho…

Ventajas y desventajas de Internet

Hace varios días que no publico en mi blog. Andaba medio pinchada preguntándome: porque muy pocos publican comentarios en el blog, a pesar de que recibo muchos comentarios positivos vía e-mail??
Sé que en general la cocina no es un tema que apasione a las jóvenes generaciones cada vez más adictas a fast food y deliveries varios. Y son precisamente las mismas generaciones más “adictas” también a las nuevas tecnologías, entre las cuales el BLOG, para lo cual nacen ya casi entrenados.
Muchos amigos interesados, seguían diciéndome que a pesar de sus esfuerzos, no lograban publicar comentarios, y yo…Sin saber qué contestarles…
Hoy, por fin, aleluya!!! Hubo comentarios nuevos! :-) Pero…oh sorpresa! :-( eran muy desagradables…El anonimato enciende, está claro, los mejores y los peores ánimos!
Qué hacer??? No sé borrarlos (sorry), pero me metí a investigar configuraciones que son como chino básico para mí…
Ahora sí!!! Comprendí, como siempre, que “no hay mal que por bien no venga” y entonces me sirvió para aprender que puedo moderar los comentarios para evitar que mis espacios sean profanados (más vale tarde que nunca!!!) por ilustres desconocidos que aprovechan del anonimato para dar rienda suelta a lo peor de ellos mismos…
Aprendí además (o eso al menos creo) cómo hacer que quienes quieran, puedan publicar sus comentarios sin problemas. Cuéntenme!
Recupero entonces nuevamente mi serenidad y mi rumbo repitiéndome incansablemente:

La vida puede no ser la fiesta que esperábamospero en cuanto estamos aquí, debemos sonreír y dar gracias...

lunes, 16 de marzo de 2009

Buñuelos de choclo


Las verduras nunca fueron santo de mi devoción…Si a ésto le agregamos el precio que trepa cada vez más a las nubes, se entiende más fácilmente que no tengan un papel preponderante en mi dieta cotidiana…Pero hay que comerlas!!! Vaga para lavar ensaladas, prefiero siempre la verdura cocida. Y fue así que entre otras, compré dos choclos, baratos y ricos. Los herví, y el primero pasó a formar parte, desgranado, de una ensalada junto con zanahorias ralladas (nada que ver el sabor con los de lata!!! Hagan la prueba!)
Mientras el segundo esperaba su turno tieso en la heladera, en una tarde dedicada a la repostería, encontré una receta en la latita del polvo Royal, de buñuelos de choclo, receta ideal para aprovechar ese choclo semiolvidado.
Como los ingredientes son los habituales en cualquier casa (o al menos en la mía…), puse manos a la obra y quedaron buenísimos!!!
Debo aclarar que adoro las tan temibles y, según algunos, poco saludables frituras, pero cuando me da la gana, las como sin culpas y las disfruto mucho, porque no forman parte de mi dieta habitual. Yo creo (y me gusta creerlo) que se puede comer de todo sin abusar de nada, y por lo tanto, me doy todos los gustos gastronómicos posibles e imaginables!
Les dejo la clásica receta de los buñuelos, y si se tientan, después me cuentan!

1 taza y ½ de harina
3 cucharaditas de polvo Royal
2 huevos
¾ taza de leche
1 taza de choclo desgranado
sal & pimienta a gusto

Mezclen los ingredientes secos (harina, Royal, sal & pimienta). En otro bowl batan los huevos con la leche y agreguen el choclo. Unan las dos preparaciones y dejen descansar la mezcla durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo, fríanlos por cucharadas en aceite caliente. Retiren cuando estén bien dorados y sírvanlos calientes (aunque son ricos también fríos al día siguiente, si sobra alguno!)
Salen alrededor de una docena, pero todo depende del tamaño que los hagan. También se pueden hacer chiquitos como finger food, para una picada…

jueves, 12 de marzo de 2009

Una noche golosa










No se preocupen! No los abandoné!! Varios días muy ocupados, me impidieron escribir en el blog, pero acá estoy de nuevo! Y en una de estas noches donde la cena fue rápida y frugal, sentí la necesidad (bastante frecuente, por otra parte…) de comer un postre rico que no me llevara mucho tiempo de preparación…mmm…buscar en el freezer es siempre mi salvación. Tengo para estos casos, bolsitas de bananas congeladas. Sí! No se asombren! Esta es una receta que vi hace ya bastante tiempo en un programa de Juliana Lopez May en el Canal Gourmet, y desde entonces forma parte de mi “kit de emergencia golosa” al cual apelo en caso de invitados imprevistos o simplemente cuando necesito endulzar algunas amarguras…



Cuando ya no sé que hacer con las bananas demasiado maduras que agonizan en la frutera buscando un digno destino, las corto en rodajitas, las pongo en una bolsita y las deposito en el freezer a la espera de su momento de gloria.
Cuando ese momento llega, no hago más que meterlas en la procesadora, y esperar a que se conviertan casi mágicamente en un maravilloso “Helado de banana”! Así de sencillito. Sin ningún otro ingrediente. Sólo banana congelada y bastante paciencia para esperar a que se vuelva cremosísimo! Hagan la prueba. Al principio parece que no fuera a pasar nada, parecen miguitas de banana, pero después de algunos minutos, aparece esta golosísima crema, sana y natural que calma la golosa ansiedad de los comensales. Una banana por persona es casi demasiado, pero vayan regulándolo ustedes según la voracidad propia o de los invitados!

Me encantaría escuchar sus opiniones!!! Publíquenlas en el blog. Creo que para poder hacerlo, es necesario abrir una dirección de gmail. Digo creo, porque no estoy muy segura. Si alguien lo sabe bien, por favor HELP ME!

miércoles, 4 de marzo de 2009

Torta con piojitos


La lluvia no se decide a parar…Hoy tenía que ir a una degustación de vinos con una amiga, y por eso, a pesar de que el día invitaba a hacerlo, no cociné nada…
Es una tarde para invitar a alguien a tomar el té (libertades que puede tomarse quien, como yo, tiene la suerte (o no…) de trabajar en casa), pero el horario previsto para la degustación, me lo impidió.
El llamado de Cristina diciendo que no se sentía bien como para ir a la degustación, hizo tambalear mi firme decisión de concurrir. Idas, vueltas, indecisión, y finalmente, después de asomarme infinitas veces a la ventana esperando algún tímido rayo de sol, decidí quedarme en casa!
Cómo es tarde para el té o para cocinar algo para publicar en el blog, se me ocurrió contarles acerca de una torta especial para una tarde otoñal como ésta. Ya la hice un par de veces, la última fue el sábado pasado.
Cuando mis sobrinos eran chicos, las tortas con semillas de amapola que les he hecho probar, las había rebautizado como “Torta con piojitos”, y así la propongo hoy a ustedes, para acompañar un té otoñal, aunque agrego también su nombre oficial. Háganla! Es re-facil!!! Y “los piojitos” le dan una textura “crunchy” muy interesante!

Torta de limón y amapola

harina 175gr
azúcar 150gr
manteca blanda 100gr
leche 6 cucharadas
huevos 2
semillas de amapola 3 cucharadas
polvo para hornear 5gr
limón 1
azúcar impalpable 125gr

Batan a mano o a máquina la manteca blanda y el azúcar. Vayan agregando los huevos de a uno y luego la leche sin dejar de batir. Agreguen por último la harina y el polvo de hornear. Cuando todo está bien mezclado, incorporen las semillas de amapola y la ralladura de un limón.
Coloquen en un molde tipo budín inglés enmantecado y enharinado, y horneen aproximadamente 30 minutos a 180º, hasta que se vea dorado.
Si quieren “vestir” la torta (cosa que yo nunca hago…), agreguen el jugo de medio limón al azúcar impalpable, mezclen bien, y echen sobre la torta cuando ya esté fría. No tiene que quedar ni muy líquido, ni muy espeso, así que vayan regulando de a poco el jugo de limón. Dejar secar antes de servir.
Si no quieren hacer este último trabajo adicional, espolvoreen sólo con azúcar impalpable.

martes, 3 de marzo de 2009

El inesperado destino de una hamburguesa




Cómo ya todos imaginarán, amo cocinar, aunque sobre todo, amo comer…Tengo la suerte (así dicen) de pertenecer a esa raza de gente que no engorda, y por lo tanto mi silueta no padece las consecuencias de mi pasión gastronómica. Yo seguiré diciendo que como me interesa la calidad y no la cantidad, no engordo porque como variado y en cantidades suficientes para satisfacer mi apetito sin abusar de las dimensiones de mi estómago.
Pero bueno, todo este preámbulo era para contarles que ayer tuve un antojo sencillito: tenía ganas de comer hamburguesas (no se asombren! Yo también soy humana!!!)
Por supuesto jamás las compraría congeladas o hechas por algún carnicero desconocido; aún menos me atrevería a atravesar los “arcos de oro” de un Mac Donalds!!!
Y volviendo de haber comprado ½ kilo de carne picada (de “aguja”, como compraba mi abuela) a $8.- en lo de mi carnicero de confianza, decidí que por ese precio, esa carne merecía tener un destino más ilustre. Empecé a revisar mi heladera para encontrar dignos acompañantes para mi valiosa “aguja”. Se asomaron dos berenjenas que descansaban allí desde hacía algunos días, cuatro tomates peritas que reclamaban un destino más entretenido que el fondo del cajón de mis verduras y cuatro papas que no habían sido incluidas en el último puré que preparé hace algunos días para croquetas…
Puse todos estos elementos en mi cabeza culinaria y el resultado no tardó en llegar: MOUSAKA ¡!! Y muchos se preguntarán de qué se trata…(¿?)
Es un plato de la cocina griega, y recordé que esa receta estaba en la Agenda de cocina Citas y Platos que publiqué nada menos que en 1994!!!
Y copiándome a mí misma, les doy la receta para cuatro personas, por si quieren intentarlo:

500 gr. de carne picada
400 gr. de berenjenas
400 gr. de papas
200 gr. de tomates perita
1 cebolla
queso rallado c/n
½ vaso de vino blanco seco
1 ramita de canela
2 huevos
Salsa blanca preparada con 50 gr. de manteca, ½ litro de leche, 2 cucharadas de harina, sal & pimienta

Corten las berenjenas a lo largo, échenles sal gruesa y déjenlas descansar una hora sobre un colador para que larguen lo amargo. Hiervan las papas con cácara durante 20 minutos. Mientras todo eso sucede, piquen una cebolla y rehóguenla en un poco de aceite. Agreguen la carne y una ramita de canela (yo le agregué también una cucharadita de “Cuatro especias”, porque me gusta…Cuando la carne cambia de color, agreguen el vino y los tomates pelados y sin semillas, cortados en trocitos. Cocinen 15 minutos y saquen la canela.
Mientras la carne se cocina, sequen y frían las berenjenas en aceite. Enmantequen una fuente de horno y espolvoreen con pan rallado. Y ahora: a armar el plato!!! Una capa de berenjenas, una de papas peladas y cortadas en rodajas, queso rallado, carne, más queso rallado, y así sucesivamente hasta terminar los ingredientes. Cubran con la salsa blanca a la que le habrán agregado dos huevos batidos. Espolvoreen con más queso y al horno (moderado) hasta que la superficie esté dorada.

Parece mucho trabajo pero no es tan así! Es un poquito más trabajoso que un normal pastel de papas, pero vale la pena! Estaba muy bueno!!! (Confirmado además por mi amiga Cristina, a quien invité a último momento para compartirlo)
No soy una fotógrafa experta…Perdón! Hice lo que pude…