martes, 3 de marzo de 2009

El inesperado destino de una hamburguesa




Cómo ya todos imaginarán, amo cocinar, aunque sobre todo, amo comer…Tengo la suerte (así dicen) de pertenecer a esa raza de gente que no engorda, y por lo tanto mi silueta no padece las consecuencias de mi pasión gastronómica. Yo seguiré diciendo que como me interesa la calidad y no la cantidad, no engordo porque como variado y en cantidades suficientes para satisfacer mi apetito sin abusar de las dimensiones de mi estómago.
Pero bueno, todo este preámbulo era para contarles que ayer tuve un antojo sencillito: tenía ganas de comer hamburguesas (no se asombren! Yo también soy humana!!!)
Por supuesto jamás las compraría congeladas o hechas por algún carnicero desconocido; aún menos me atrevería a atravesar los “arcos de oro” de un Mac Donalds!!!
Y volviendo de haber comprado ½ kilo de carne picada (de “aguja”, como compraba mi abuela) a $8.- en lo de mi carnicero de confianza, decidí que por ese precio, esa carne merecía tener un destino más ilustre. Empecé a revisar mi heladera para encontrar dignos acompañantes para mi valiosa “aguja”. Se asomaron dos berenjenas que descansaban allí desde hacía algunos días, cuatro tomates peritas que reclamaban un destino más entretenido que el fondo del cajón de mis verduras y cuatro papas que no habían sido incluidas en el último puré que preparé hace algunos días para croquetas…
Puse todos estos elementos en mi cabeza culinaria y el resultado no tardó en llegar: MOUSAKA ¡!! Y muchos se preguntarán de qué se trata…(¿?)
Es un plato de la cocina griega, y recordé que esa receta estaba en la Agenda de cocina Citas y Platos que publiqué nada menos que en 1994!!!
Y copiándome a mí misma, les doy la receta para cuatro personas, por si quieren intentarlo:

500 gr. de carne picada
400 gr. de berenjenas
400 gr. de papas
200 gr. de tomates perita
1 cebolla
queso rallado c/n
½ vaso de vino blanco seco
1 ramita de canela
2 huevos
Salsa blanca preparada con 50 gr. de manteca, ½ litro de leche, 2 cucharadas de harina, sal & pimienta

Corten las berenjenas a lo largo, échenles sal gruesa y déjenlas descansar una hora sobre un colador para que larguen lo amargo. Hiervan las papas con cácara durante 20 minutos. Mientras todo eso sucede, piquen una cebolla y rehóguenla en un poco de aceite. Agreguen la carne y una ramita de canela (yo le agregué también una cucharadita de “Cuatro especias”, porque me gusta…Cuando la carne cambia de color, agreguen el vino y los tomates pelados y sin semillas, cortados en trocitos. Cocinen 15 minutos y saquen la canela.
Mientras la carne se cocina, sequen y frían las berenjenas en aceite. Enmantequen una fuente de horno y espolvoreen con pan rallado. Y ahora: a armar el plato!!! Una capa de berenjenas, una de papas peladas y cortadas en rodajas, queso rallado, carne, más queso rallado, y así sucesivamente hasta terminar los ingredientes. Cubran con la salsa blanca a la que le habrán agregado dos huevos batidos. Espolvoreen con más queso y al horno (moderado) hasta que la superficie esté dorada.

Parece mucho trabajo pero no es tan así! Es un poquito más trabajoso que un normal pastel de papas, pero vale la pena! Estaba muy bueno!!! (Confirmado además por mi amiga Cristina, a quien invité a último momento para compartirlo)
No soy una fotógrafa experta…Perdón! Hice lo que pude…

2 comentarios:

  1. ROSAMAR, ME ENCANTO TU RECETA, NO ME PARECE NADA COMPLICADA, NADA MAS UN POCO DE VOLUNTAD, YA LA VOY A PROBAR

    ResponderEliminar
  2. Uhh lamento que no pude ir a comer esa noche, y me imgino que no vas a repetir, por lo que me voy a ver obligado a cocinarlo en casa UFA!!!!!!!

    ResponderEliminar