martes, 14 de abril de 2009

De las aves que vuelan…me gusta el ala!

Como verán, sigo en onda salada para evitar ser demasiado “empalagosa” con mis tortas…

Debo confesar que la parte que más me gusta del pollo, son las alas. Me dirán seguramente que no son sanas, que tienen mucha piel y mucha grasa, pero sigo convencida que todo lo que se come en justa medida, no puede hacer mal. Tampoco las como todos los días! Y tampoco como toneladas de alas! No sea cosa que vaya a seguir volando!!!

Siempre las hago al horno. Las unto con diferentes cosas: mostaza, miel y soja, o simplemente aceite de oliva, ajo y especias varias según la ocasión.
Pero esta vez, no tenía ganas de que se ensuciara el horno con salpicaduras grasientas, y decidí hacerlas en sartén. Y que les pongo? Fue mi primer interrogante…Piqué ajo, jengibre (que siempre tengo en mi heladera) y un ají de la mala palabra bien picantito y los salteé a fuego bajo en aceite de oliva junto con las 6 alitas que trae la bandeja del super (además, muy baratas!). A este punto, apareció el segundo interrogante: y con que medio líquido las cocino, para no llenarlas de aceite? Caldo no. No quería alas hervidas como en un medio puchero desagradable…Vino no había en casa, pero nunca faltan latitas de cerveza! Y ahí nomás, cuando ya estaban doraditas, les fui echando cerveza a medida que se iban quedando sin líquido y las cociné despacito durante casi una hora. El resultado fue muy bueno, y es muy divertido comerlas con las manos chupando huesitos!!!

El tercer interrogante apareció mientras se cocinaban las alitas: Y con qué las acompaño? Verduras no tenía, pero encontré una bolsita de quinoa, comprada hace un tiempo para experimentar. ¿Qué es la quinoa? Es un cereal que tiene más proteínas que la carne, y nada de colesterol (excelente para equilibrar el exceso de colesterol de las alitas!). Se puede comer en ensaladas, sopas, tortillas, igual que el arroz.

Y cómo la cocino???
Como siempre, me salvó Internet. Aprendí que hay que lavar la quinoa varias veces y después echarla en agua hirviendo y cocinar entre 12 y 15 minutos (por cada taza de quinoa, hacen falta tres tazas de agua).
La pasé por agua fría, la colé y decidí hacer una ensalada. Pero con qué???

Le agregué ciboulette picada, almendras también picadas y pasas de uva. Condimenté con sal, aceite y jugo de limón, y…lista mi ensaladita proteica!
La quinoa es muy rica. Su sabor no es demasiado definido, pero la textura “crunchy/crocante” me encanta!
Pruébenla y después me cuentan!

3 comentarios:

  1. Buenisimas las alitas, pero no te enojes las voy hacer en la parrilla del horno, la verdad es que 6 alitas no son nada para mi. Si vos me diran la acompaño con quinoa que me encanta, pero yo le doy a las alitas solamente.

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  2. Por supuesto, la receta se puede utilizar con cualquier parte del pollo, aunque estoy de acuerdo que las alitas hechas en el horno son más ricas, sólo que esta vez...no quería ensuciar el horno!!! (qué vaga! no?)

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  3. Si de alitas se trata.....tengo varias historias con Rosa Maria hace bastante tiempo cuando éramos mas jovenes que ahora, me llama y me invita a su casa a saborear unas alitas a la putanesca....eran realmente putanescas picantes como el ajì de la mala palabra, que para suavizar las habìa rociado con miel y pum.... al horno. Creo que esta receta la va a Roberto Besos

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