Matambrito de cerdo a la cerveza

El pintor ya terminó y todo volvió a la normalidad. Vuelvo con fervor a la cocina. Anoche hice un conejito al vino blanco para después poder contárselos a ustedes, y cuando ya el bicho estaba en pose para la foto…ZAS! Mi máquina me dijo que la pila estaba descargada! Horror! Tarda un par de horas en recargarse y el conejito no podía esperar, así que lo comimos y se los contaré con fotos la próxima vez que lo haga…
Pero…Comen conejo? Les gusta el conejo? Saben que es una carne bastante más sana y más rica que el pollo?

Entonces hoy les cuento de un rico matambrito que hice hace un par de días, y al cual, por suerte había fotografiado antes de engullirlo.
Les cuento que decidí hacerlo también en defensa de la carne de cerdo, que en estos días de “gripe porcina”, causa resquemores entre quienes no están bien informados. SE PUEDE COMER SIN PROBLEMAS: No es comiéndolo que se contagia!!!

Me gusta mucho el matambrito de cerdo, pero siempre lo había comido a la parrilla, hasta que una noche lo probé en casa de mi prima Rosana y estaba muy rico. Con su generosidad de siempre, me dio su receta, pero como yo no puedo con mi genio, hice algunas modificaciones y me encantó! Siempre pensé que iría a salir duro, y no fue así. Para nada! Bicho tiernísimo, sabroso y noble, que pasó a formar parte del elenco de platos preferidos y fáciles de hacer. (¿será que se emborrachó con la cerveza y se ablandó???



Les cuento:
Esta receta es para 2 personas.

1 matambrito de cerdo
1 cucharada de mostaza
3 cebollitas de verdeo
1 latita de cerveza
1 ajo
aceite de oliva, sal, pimienta o ají molido

Corté el matambrito en cuadrados bastante grandes. Obviamente depende del tamaño, pero en éste salieron 6. Los embadurné con mostaza, ojo! el sabor dependerá mucho de qué mostaza usen. Yo usé una de esas de Dijón con semillitas. Los rocié con aceite de oliva y los dejé descansar un rato en una fuente, sólo porque tenía tiempo, aunque no creo que sea necesario hacerlo.
Luego freí un ajo partido en un par de cucharadas de aceite. Cuando el ajo estaba dorado, lo saqué y puse los matambritos, a fuego lento, hasta que se doraron. Ahí les agregué las cebollitas picadas, las rehogué un poquito y le eché la cerveza y los condimentos.
Dejé cocinar durante más o menos una hora. La cerveza se fue evaporando y convirtiendo en sabrosa salsita. Cuando estuvieron tiernos, ya era la hora de comer!

Me olvidé de contarles que mientras se cocinaba el matambrito, corté un repollo en juliana y lo salteé en aceite con un ajo partido y trocitos de jamón cocido. Para hacerlo más interesante, le agregué unas gotas de vinagre de frambuesas, pero también debe quedar bueno con aceto balsámico. Digno acompañamiento para el noble chanchito. Como me olvidé de sacarle una foto al plato terminado, tendrán que imaginarlo!!!