martes, 23 de junio de 2009

El pan nuestro



No crean que me olvidé de ustedes! Es sólo que anduve bastante atareada con trabajos en casa y un par de días sin compu….Igual anduve cocinando como siempre, pero algunas veces hice recetas que ya había publicado, otras veces mis experimentos no dieron los resultados esperados, y otras cociné cosas para mi familia, pero me olvidé de sacar fotos! Ya las volveré a hacer y después les cuento!
Entre las cosas que estoy experimentando últimamente, muchas tienen que ver con algo que siempre fue una especie de fantasma para mí: la LEVADURA. Y digo fantasma por el miedo y el respeto que siempre le tuve por la incógnita que siempre implica: ¿Levará? ¿Y cuánto? Ya incursioné con mi primera pizza (que ya les conté) y por suerte no fue tan grave. Es más, salió muy bien! Pero ya intenté dos veces hacer unas facturas, que salieron muy ricas pero gigantes!!! Crecieron demasiado y salieron del horno impresentablemente apretaditas y encimadas unas a otras, razón por la cual no las publiqué. Hasta ni me animé a sacarles fotos!!!
Hace unos días hice unos pancitos, que salieron bien aunque pegados al papel manteca con el que había forrado la asadera (que en teoría se llama así porque debería ya venir engrasado, aunque comprobé que es mentira!). El sabor era bueno pero salieron paliduchos porque la receta indicaba que había que pintarlos con leche y no con huevo…
En fin…la levadura no es mi fuerte! Pero hoy, EUREKA!!!, probé una vieja receta de Blanca Cotta que encontré entre los varios recortes antiguos que colecciono y funcionó!!!
Por eso quiero compartirlos con ustedes. Por supuesto, hay que tener el tiempo y la paciencia para esperar que leven. Por eso aproveché que afuera hace frío y tenía cosas para hacer en casa sin necesidad de salir, y el resultado valió realmente la pena!
No tienen un nombre particular, así que los voy a llamar Pancitos y nada más! Ahí va la receta:

1 papa mediana (Sí! Una papa!)
25 gr. de levadura
50 gr. de manteca
1 cucharada de azúcar
½ cucharadita de sal
2 huevos (uno para pintarlos)
1 pote de yogur natural
3 tazas de harina
semillas de Kümel c/n (pueden ser de sésamo, amapola, o lo que quieran. Como la receta decía kümel y yo las tenía, aproveché para usarlas porque ya no sabía que hacer con ellas!)

Hiervan la papa y conviértanla en puré. Agréguenle la manteca, amalgamen bien y dejen entibiar. Entonces mézclenle la levadura desmigajada, el azúcar, la sal, un huevo, y el yogur y mezclen bien.
Por último, agreguen la harina hasta formar una masa tierna y lisa (si es necesario, agreguen un poco más de harina), y amasen como con bronca (aprovechen para descargarse!). Dejen levar un par de horas en un lugar cálido y en un recipiente cubierto con un repasador) y vuelvan a amasar.
Armen bollitos del tamaño de una pelotita de ping pong y coloquen en una asadera enmantecada bien separados unos de otros como en la foto, porque crecen!



Píntelos con el otro huevo batido y espolvoreen con las semillas elegidas.



Dejen levar hasta que los vean hinchaditos (aprox. 20 minutos) y cocinen en horno bien caliente hasta que estén doraditos (aprox. 20 minutos). Salieron 12 pancitos bastante grandes, casi como para hamburguesas, con una miga esponjosa y livianísima!

2 comentarios:

  1. tus pancitos de papa me hicieron acordar a una piza de papa que tenia una miga rica. Hacias un pure de una papa grandecita y lo pisabas con bastante aceite, que te quedara un pure aceitoso. Luego hacias un granulado entre el pure y suponete, medio kilo de harina y luego le añadias 50 gr. de levadura desleida en agua (no se cuanta agua, la necesaria para que se te hiciera una masa de piza) y lo dejabas levar y la piza despues la hacias con palo de amasar. Era una masa pesadita o mejor dicho consistente. Diferente gusto. muy rica.

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  2. Casi todas mis tías le ponen una papa a la masa de la pizza y les queda superesponjosa! Es casi seguramente la misma idea de la masa de estos pancitos, sólo que éstos llevan huevo. Me encantaría saber qué propiedades tiene la papa que hace este efecto esponja!

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