
Les cuento que este plato lo hice hace ya bastante tiempo, pero por un motivo u otro nunca lo publiqué, así que ahora aprovecho las fotos que había archivado y les propongo esta opción para las pastas del próximo domingo.
Estas pastas que ven en la foto se llaman “Conchiglioni”. Son pastas italianas. Hay de la marca De Cecco (para mí las mejores) y de alguna otra que ahora no recuerdo. Por suerte se consiguen en varios supermercados. Alguien podrá decir que son un poco caras y es verdad, pero son muy rendidoras y no les va a costar más que los ravioles de siempre…
Yo calculo alrededor de siete u ocho por persona si luego hay otro plato, o diez si es lo único que se come, aunque nadie mejor que ustedes para saber cuánto comen sus comensales.
Por lo tanto, empiezo por contarles el primer paso a seguir: Cuenten la cantidad de “conchiglioni´” que van a utilizar y cocínenlos en agua hirviendo como cualquier pasta. Sáquenlos bien al dente y cuelen. Mientras se enfrían, preparen el relleno con los siguientes ingredientes:
½ kilo de ricotta
2 atados de espinacas hervidas, exprimidas y picadas
1 huevo
1 ramito de albahaca
Queso rallado
Nuez moscada
Sal & pimienta

Mezclen todos los ingredientes y rellenen la pasta cuando esté fría. Coloquen en una fuente de horno a la cual habrán cubierto con poca salsa de tomate casera o comprada, la que más les guste! (No les doy ninguna receta porque supongo que es algo que todos saben hacer). Una vez colocados todos los “conchiglioni” échenles más salsa por encima, espolvoreen con queso rallado y cocinen en horno moderado hasta que se hayan gratinado un poco.
