Esta vez no voy a darles ninguna receta.
Simplemente quiero contestar públicamente una pregunta que alguien me hizo en uno de los comentarios sobre el “browniemisu”.
El comentario es el siguiente:
se podrá hacer una version light del tiramisu?
se me ocurre casancrem diet y esa crema (que no es crema) libre de grasa (donde se vio crema sin grasa??esa del envase rosa))
oporto, menos yemas y dos claras a nieve, y el cacao amargo y edulcorante para endulzar
¿una porqueria verdad??????
¿Qué contestar? Hace varios días que medito la respuesta…
Y lo primero que me viene a la mente es ¿porqué?...¿Porqué querer estropear un postre tan rico para hacerlo light???
Comprendo la cuestión de las dietas, pero hasta cierto punto…Como ya todos saben, no soy nutricionista y no pienso meterme en un tema que no es el mío, pero sí quiero dar mi opinión al respecto.
Un día, hace ya varios meses, me fisuré un pie y anduve con una bota ortopédica en pleno mes de un diciembre caluroso, típico de los veranos porteños. Como hacer las compras era una tortura, le pedí a mi adorable vecina que me comprara algunas cosas en el chino de acá cerca. En la listita que le di, le pedía crema de leche Sancor entre otras cosas.
Al volver, ante mi sorpresa, me había traído crema Sancor sin grasa (la del envase rosa), porque ya no quedaba de la otra. Cómo es una persona muy mayor, no quise mortificarla, e intenté comerla, a pesar de haber leído los ingredientes que nada tenían que ver con crema!
Un horror!!! De más está decir que fue imposible batirla!!! Confieso que no me animé ni siquiera a probarla…
Y volviendo al tema de lo “light”, lo segundo que me viene a la mente es: “No quiero engañarme, ni que me engañen”. Devuélvanme el placer! El placer de saber que como algo rico y que me hace bien porque está hecho con cosas genuinas, tratando de que sea lo menos “químico” posible.
No me quiero creer que según Martiniano, la salsa es más liviana agregándole dos cucharadas de Casancrem, porque sé que no es cierto.
No quiero comerme un tiramisu “de mentira” para comer sin la culpa de engordar porque siempre sostuve que lo que engorda es la culpa.
Quiero ser GASTRONÖMICAMENTE LIBRE. Quiero seguir proclamando que para no engordar hay que comer sencillamente POCO pero de todo (a menos que seas diabético, o celíaco o alguna otra enfermedad que te lo impida).
Y esa libertad tiene también que ver con el saber QUÉ como. Mirar los ingredientes es una buena solución para hacer prevalecer la calidad antes que la cantidad y también para descubrir si me están engañando.
El sábado pasado fui a La Rural a recorrer la exposición “Caminos y Sabores” No me pareció para nada interesante. Simplemente más de lo mismo…Salames y quesos varios, mermeladas caseras,miel, tés de distintos tipos, alfajores, vinos y licores.
Reconozco gratamente que hay más producción de quesos de cabra y oveja, que me encantan, y descubrí un hongo nuevo para mí en Argentina: el níscalo (lactarius deliciosus) del cual me compré una bolsita, secos obviamente (ya les contaré cuando los pruebe!).
Entre los quesos que vi, había una especie de “bochita” de queso de cabra, que parecía atractivo. Por curiosidad, y también por costumbre, leí la etiqueta de los ingredientes: Leche de cabra, fermentos lácticos, sal (creo), y colorantes permitidos.
Cuando le pregunté al joven vendedor porqué tenía colorantes, me dijo que no, que no los tenía. Se sorprendió cuando le dije que eso era lo que decía la etiqueta. Ni siquiera él lo sabía!!! Un señor maduro con aire de saber más, corrió en su ayuda y me explicó que le ponían colorante amarillo para que tuviera la apariencia a la que la gente estaba acostumbrada (porque la leche y el queso de cabra son blancos).
Le agradecí la explicación y salí poco menos que espantada! ¿Por qué no quieren que aprendamos??? ¿por qué arruinar (aunque su sabor no cambie) un queso genuino agregando productos químicos inútiles? ¿Por qué no dar la opción al consumidor de aprender a distinguir, a darse cuenta que no todo es o tiene que ser igual???
Seguiré siendo una defensora del comer de todo pero poco, y sobretodo del
comer Conciente, del no engullir sino del saborear y disfrutar lo que como. Y si después de seguir estos consejos, no logro reducir mis kilos de más, ¿quién me quita lo bailado?
Después de todo ésto, termino de contestar la pregunta de quien publicó su comentario en mi blog: Sí, definitivamente eso no es un browniemisu. Es efectivamente una porquería. Tal vez el sabor pueda no ser desagradable, pero…¿para qué engañarse???
Ustedes qué opinan?